Solo imaginarse que del silencio de una noche oscura y fría, tenemos la esperanza que cada día, veremos los rayos de la luz del sol con una radiante sonrisa, renovando las fuerzas para seguir adelante en un nuevo amanecer, y de una manera dulce y sutil, como las caricias de las manos suaves de una madre, la inmensa estrella ilumina tus mejillas al ritmo del alba.